La cercanía de las vacaciones de invierno, las que culminan con el
primer trimestre, siempre nos lleva a decorar nuestras aulas con motivos de la
época.
Las puertas son un elemento importante y nos gusta que siempre sean un
escaparate de lo que trabajamos dentro del aula, para que no quede ahí lo
sacamos fuera y lo compartimos.
Esta vez hemos optado por la elaboración de un árbol, un árbol
llenito de respeto, hacia nosotros mismos y hacia nuestros compañeros.
Cuando uno valora y acepta al otro tal y como es, cuando es capaz de
aceptar sus defectos y virtudes y lo trata como un igual, entonces llegamos a
RESPETAR.
Es complicado que, en edades tan tempranas se de esta circunstancia,
por eso nosotras lo trabajamos arduamente en nuestras aulas de nivel y ciclo.
Nos hemos transformado en renos que han intentado que nadie se quede
sin su mensaje de cariño y respeto.
Hemos construido un árbol buzón. Con sobres de colores, un sobre por
niño, que hemos adornado al gusto de cada uno. En cada sobre y durante varios
días. El alumnado ha ido introduciendo mensajes positivos, de aceptación y
reconocimiento a los demás compañeros de los dos segundos.
El resultado nos ha encantado y nos ha llenado de ilusión al recibir tanto cariño.
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