Esta actividad colaborativa
se realiza en parejas, es un juego sencillo, ideal para iniciar una clase de manera
lúdica y romper las dinámicas del día a día.
Con un dado y una pintura de color, hay que pintar este robot, el que pinte más partes del cuerpo, ganará.
Este juego parte de la metodología scratch, aprender el lenguaje de la programación, asociando número, color y forma.
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