La casita de descomposición y el adosado 1.

El alumnado del primero del cole trabaja las matemáticas de manera manipulativa, tocando, componiendo, descomponiendo, como no puede ser de otra manera para lograr conseguir que el aprendizaje sea vivencial y significativo. Además, conseguimos que sea divertido y evitamos que las mates “no les gusten demasiado”.

Hemos comenzado a trabajar con palillos, tubitos y bandejas. En ellas tenían que colocar las cantidades que les íbamos pidiendo. Además de colocar la cantidad, les gusta crear formas con ellas. 

 Al tiempo, en la corchera de la pizarra, pinchamos palillos de colores y comprobamos que en nuestras bandejas tenemos el mismo número.

 
Ahora pedimos que tomen 7 objetos.

Como nuestra bandeja está dividida en dos, pedimos al alumnado que forme dos grupos con sus palillos y que cuente cuántos le quedan a cada lado de la bandeja. De esta manera comenzamos a descomponer números y creamos sumas que dan el número que hemos decidido trabajar.

Damos a conocer una tarea que se llama Casita de descomposición y que vamos a usar a lo largo de 1º y 2º curso para descomponer cantidades.

Se puede elaborar de distintas maneras. Esta vez vamos a representar las cantidades gráficamente y a su lado, en un adosado, la suma que resulta.

De uno en uno van diciendo en voz alta las cantidades en las que tienen dividido el 7 y la maestra las va anotando en la casita de la pizarra.

Al tiempo, vamos comprobando la propiedad conmutativa de la suma y nos damos cuenta de que 2+5 no es lo mismo que 5+2, aunque el resultado sí lo sea. No es lo mismo tener 2 dedos en la mano derecha y 5 en la izquierda que 5 en la derecha y 2 en la izquierda, aunque sí son el mismo número de dedos.

Manipulando encontramos todas las sumas de dos sumandos que dan como resultado 7.

Al final obtenemos una preciosa casita y un trabajo muy bien hecho y divertido.