En el segundo nivel ya comprendemos el concepto de medida de longitud y las diferentes formas que existen de medir. Ahora toca explicar por qué necesitamos una unidad de medida que sirva para poder entendernos.
Para ello, hemos utilizado unidades de medida no convencionales para medir elementos y distancias del aula. Utilizando el palmo y el pie y dejando registrados los resultados, hemos podido reflexionar sobre las diferentes medidas que hemos obtenido según nuestro tamaño de mano y de pie.
Así hemos podido concluir que es necesaria una unidad de medida convencional y unificada. Nos hemos iniciado en el conocimiento del centímetro tomando como referencia nuestra unidad de madera.
Lo mismo hemos hecho con la regleta amarilla.
Y con el resto de regletas. Así vamos asimilando la longitud del centímetro y su valor a la hora de medir objetos pequeños.
Hemos sacado la cinta métrica y hemos comprobado que 1 metro es lo mismo que 100 centímetros, juntando las reglas de cada equipo y completando la longitud hasta 100 cm con las regletas.
¿ Y cómo podemos medir entonces la distancia entre Castro y Bilbao? Nuestro metro es muy corto para esa distancia tan grande. Es necesaria otra unidad: el kilómetro, en el cual cabrían 1000 metros como el que tenemos en clase.
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